Estaba entonces en unos de esos dias, se podrán imaginar, un estado de bipolaridad total, las emociones un poco a flor de piel, feliz, con miedo, exhausta, confundida, y no les cuento mas, todo el que ha pasado por esto sabe lo que se siente, el estómago se comprime como si cada emoción lo hiciera más pequeño, en medio de todo, me encontraba yo, ¿Quién era YO? Pues yo era la persona que hace unas semanas estaba deseando con ansias que algo importante llegara, muy importante, sin embargo, aun no me entiendo; sucede que anhelamos tanto las cosas cuando las tenemos lejos, como si alcanzarla es lo que nos sacia por completo, pasa que cuando se acerca lo que parecía incansable nos intimida, nos sentimos inferiores y no sabemos como responder a eso, se nos agotan las energías positivas, solo queda temor, un temor inexplicable, producto únicamente de nuestra imaginación, pues en estos momentos esa soy YO, la que se siente intimidada y inferior ante un nuevo reto, que tengo en frente, el de demostrarme a mi misma la gran capacidad que tengo. Pues saben que siempre tengo una historia que contarles, estaba después de un dia no tan bueno frente a mi televisor, ya saben la historia de que amo las películas, mas esas que despiertan emociones en mí, seguro han escuchado hablar de "Gigantes de Acero", esta película me encanta, aquí la palabra miedo, no existe, y alguien hoy me hizo entender que tampoco yo debería tenerla en mi vocabulario; Max era un niño que había pasado por todo lo peor que un ser humano puede pasar, muere su madre, su padre lo abandonó por miedo, así como lo cuento, el tenia miedo a no ser lo suficientemente bueno para Max, pues lo dio en adopción, Max era un niño perseverante, siempre sabia enfrentar los desafíos que la vida le ponía en sus ojos, pero el momento donde mi corazón se quebranta, es cuando Max ve a su padre hacer lo imposible para hacerlo feliz, volver a luchar para Charlie padre de Max era algo que no estaba en mente y por su hijo desidio dejar el miedo que abarcaba su corazón, ese miedo al fracaso, para verlo y hacerlo feliz, si mentirles, hubieron lagrimas en mis ojos, sentía como si hubiese sido yo; lo que quiero decirles queridos lectores, es que el miedo es producto de nuestra imaginación, hoy alguien me enseñó que esa palabra no podía estar en mi vocabulario, cuando las cosas llegan, es porque así debían llegar, ahora vamos a enfrentar los retos con entusiasmo, si se cometen errores, que importa habrán mil maneras de solucionarlos..
Que sea una semana para entender que todo llega cuándo tenga que llegar...
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