Y allí estabas tu en el rincón de siempre, en donde te oculte, evitando verte, desde entonces no ha servido de mucho, aún en la última esquina de mi cansado corazón, se escuchan tus pasos, llevando mi alma a un abismo, quisiera que el temor se fuera, poder mirarte, decirte que te vayas y que no vuelvas, pero no, otra vez aqui, como las noches de invierno, entrando sin tocar, sentándote en el sofá, esperando la hora de cenar, como siempre lo hiciste, cuando éramos uno y me pregunto ¿Qué se te quedo en casa? ¿Qué te hace volver? Sin respuestas quedo yo, porque eres egoísta, y me dejas en la nada, cuando te vas te lo llevas todo, cuando regresas no traes nada, y me reprochas lo que soy, y no soy mas que el producto de tu inseguridad, de tu forma desleal y tu deshonesta manera de amar, soy la acción de tu verbo, mas bien soy la consecuencia de tu causa; entonces aun me cuestionas, sabiendo que nunca me dejaste ser, preferiste tenerme como sombra, a que fuera un árbol, éramos uno, lo admito, éramos un reflejo de ti, de tus gustos, de tus sueños, de tus logros, de tus ambiciones, de tu malas jugadas, pero hoy después de mucho tiempo soy yo, sin tener que ser tu, porque hoy simplemente soy Mujer...
No hay comentarios:
Publicar un comentario