Entonces recorde que lo mejor de inciar un año, una semana o simplemente ver un nuevo amanecer, es que tienes la oportunidad de cambiar, renovar o continuar siendo o haciendo lo mismo, y ahi estaba yo, tratando de tatuarlo en mi piel, creyendo fielmente en el poder de decretar cosas positivas para que lleguen, y lo negativo obviarlo, intentando creer que muchas veces no estamos rotos, que no sentimos, que no vemos, qué no oímos, que no imaginamos, poniendo en muté los sentidos, evitando que estos sé apoderen de nuestro ser, y lo peor de tener dias malos, es quedar con esa sensación de no recuperarnos, consejo NO DEJES que estos se APODEREN, cuando permites estos sentimientos engañosos, automáticamente pasan a ser parte de ti, creeme a ese punto, no hay vuelta atrás.
Me oigo repitiéndome esto como un disco rallado, y hoy queridos lectores, aun en una montaña rusa de emociones y algunos sentimientos de debilidad hacia personas, situaciónes y lugares, en este trayecto de aprendizaje continuo, les exhortó a no rendirse, a no dejar de luchar por lo que realmente quieren, aun cuando las fuerzas parezcan agotarse, a no dejar de caminar, porque el camino mas malo no es tan malo, si por el llega a tu meta, que las piedras no sean obstáculos, mas bien lecciones...
Postdata: Aprender a Soltar 🎈